Durante el encierro me hice de un nuevo personaje en Twitter. Su nombre es Alexa, y el juego ficcional va de dictarle órdenes imposibles al más popular de los asistentes virtuales. Una aparatico complemento de eso que llaman el internet de las cosas, que atiende a peticiones con su voz cada vez menos robotizada. Así, la incorporo a la grilla o guardo en borradores, cada vez que una entrada se me ocurre. Alexa, móntame una manzanilla. Alexa, almidóname esta camisa. Alexa, pásale un coleto a la sala. Alexa, cuídame esas tajadas. Alexa, te quedo soso el papelón con limón. Alexa, llámame a la DEA. Alexa, tiende esta cama. Alexa, más que una pregunta, tengo para ti una reflexión. Alexa, juguemos en el bosque mientras el lobo no está. Alexa, sólo es una amiga de la oficina. Alexa, piensa como Cabrujas. Alexa, deduce de los impuestos mis intentos fallidos de novela. Alexa, asómate a ver si está encendida la luz de la garita del guachimán. Es un intento no siempre logrado de sacarme el miedo de la cabeza. Y es que el horror de la realidad, no importa si es tarde en la noche, siempre nos alcanza. El parte oficial habla hoy de 8 nuevos casos, para 143 casos en total. 41 recuperados y 3 fallecidos. Alexa, borra también este día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
No te prives de opinar.