lunes, marzo 23

Día 8 (Lunes 23 de marzo)

Hoy se habla de ochenta y cuatro contagiados, siete más que ayer. No se menciona a ningún paciente recuperado. Tampoco muerto. Estas son las horas en las que ni con el pretexto de sacar la basura he cruzado la puerta de salida. Por lo pronto se llama así, puerta de salida, ya dejaré registro cuando pase a llamarse también puerta de entrada. Es raro, pero hasta este día nunca la vi tan amplio su marco. El edificio en el que vivo debe tener unos sesenta años de haber sido levantado, de allí lo espacioso de sus escaleras, la altura de los techos, entrepisos, y la frágil madera de sus puertas. La mayoría de los apartamentos mantiene la original, y deja la responsabilidad del resguardo a las rejas de seguridad y sus sistemas para enclavarse al piso como un ferrocarril, con la triste y sutil diferencia de no moverse a ningún lado. Son apenas siete pisos y muy baja la ocupación, por lo que ruido del ascensor y su foso es apenas audible en las horas pico. Y todo esto que ahora he escrito me lleva a pensar que en el espejo, no siempre pulcro, de su cabina es muy probable que hoy tampoco nadie haya constatado su desproporcional soledad, que como una ropa ancha o mal cortada lleva encima.    

No hay comentarios:

Publicar un comentario

No te prives de opinar.