viernes, abril 10

Día 26 (Viernes 10 de abril)

Una persona en llamas no puede leer, escribió en una crónica para un portal de su país la escritora ecuatoriana María Fernanda Ampuero. Ella es una dura. Tiene un libro de cuentos editado en España por Páginas de Espuma, con el colorido título Pelea de gallos. Sólo en  Guayaquil, el día tres de este mes había ya mil quinientos muertos. Llevo rato buscando leer escritoras en lugar de escritores. Sin procurarlo, discrimina uno también en la literatura. También prefiero, por un tema de formación, leer a quienes escriben en español, antes que a aquellos que preciso sean traducidos, para comprender a cabalidad la arquitectura con la que fraguan sus textos. Cosas mías. Rasgos obsesivos. Y sí, hay muy buenos traductores al español. En general hay grandes traductores en todas las lenguas. Llegando incluso a ser responsables del éxito de un narrador en palabras ajenas a su idioma. María Fernanda resume en esa frase la condición que ahora mismo prela el consumo de contenido. Miro una película y apenas se muestran muchas personas en medio de la calle o de un espacio reducido, y en autómatico pienso en lo inconveniente de que estén allí, tan sin guardar distancia entre ellos. Me ha pasado incluso con un par de sueños. Me pregunto si vamos a soñar así en adelante. Cuidándonos también del lugar y de quienes aparezcan en nuestras vidas mientras dormimos.  

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