Amanecimos con 33 nuevos casos de contagio. Hasta la hora en la que me siento a ordenar estas notas, no han dado a conocer los correspondientes al día de hoy. Mañana daré cuenta. Trabajar con equipos a distancia no es necesariamente la panacea en países como en el que vivo. Aún así, hago el esfuerzo con dos miembros del equipo y las tareas van saliendo. Hoy avancé además en la lectura de Malasangre, el libro que Anagrama le ha editado a Michelle Roche y que va de vampiros en tiempos de la dictadura de Gómez. Un gran binomio fantástico. Apenas acabe releeré 2666, de Bolaño. Lo haré el libro bandera de este encierro. Hice la siesta que reservo para los sábados y domingos y estuve tentado a asomarme al automercado de la esquina. El temor a contaminarme me llevó a pensarlo mejor, y a escoger el miedo que comporta no tener provisiones para el fin de semana de arriba. Porque dicen va a durar mucho todo esto. Tanto que quizá también alcance releer Los detectives salvajes.
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